Planta Baja de tres habitaciones y dos cuartos de baño con un jardín del que se sale directamente a la playa a través de las dunas vírgenes. Y dicho esto.... Accedemos al inmueble desde la Avenida la Mota, enseguida nos damos cuentas de que es primera línea de playa, la comunidad de propietarios Neptuno I es bastante pequeña lo vemos cuando dejamos atrás la piscina y vemos la zona de parking. Esto no deja de ser una ventaja hoy en día con el problema del Covid-19. A pesar de ser una planta baja, para acceder al apartamento hay que subir unas pequeñas escaleras, y si cuando llegamos nos reciben con la puerta abierta como fue el caso, enseguida te das cuenta de que esta casa tiene una magia especial. Es difícil de explicar pero es como si entraras desde la calle y hubiera más luz natural dentro de la casa que fuera. Y es que toda la luz del mediterráneo entra por la puerta del jardín y por la gran ventana de la cocina. Espectacular, aún diría más, parece que la duna, la playa y el mar sean parte de la casa. Por un pasillo de distribución buscamos lo que falta por conocer de esta bonita vivienda. Lo primero que nos encontramos es la habitación principal tipo "suite" con el cuarto de baño principal incorporado, grande, la cama es de 2 x 2 y parece pequeña, todas las puertas de acceso y las de los armarios empotrados están lacadas en blanco, la decoración del cuarto de baño también en blanco acompaña, muy a juego con la casa, sin esas tonterías de diseño que hacen que entres en el baño y te olvides de que estas a sólo cincuenta metros de la orilla del mar. Pasamos al resto de la casa, las dos habitaciones que restan son muy parecidas, ambas exteriores y con armarios empotrados, grandes y luminosas. El cuarto de baño de servicio correcto sin pretensiones y un armario de servicio interior bastante grande. Ya era hora, tenía ganas de salir al Jardín, una pasada. Accedemos a una gran terraza de más de treinta metros cuadrados que ocupa toda la fachada de la vivienda pero que al estar en el mismo plano que el resto del jardín se consigue incluirla en el mismo. Es un todo muy armónico con una salida visual preciosa que recoge todas las miradas... se trata de una pequeña escalera hecha con traviesas de tren que se alejan mientras van ascendiendo la duna, un rollo Zen de esos, jejeje. En el lateral del jardín, ya que este es más ancho que la casa propiamente dicha encontramos una barbacoa y una pica. además de una salida directa a la piscina.